Finanzas con sentido común / Common Sense Finance: " Hablar del “Día de Muertos” ”…TU CONSEJO FINANCIERO

NOTA DE VOZ DIA DE LOS MUERTOS

Primer Aniversario del blog "Finanzas con sentido común” quiero presentar este trabajo de una buena amiga mexicana Yamila Gabriela (yamilagabriela911@gmail.com ). GRACIAS POR ACEPTAR!

Hablar del “Día de Muertos” es hablar de una tradición desde la época prehispánica, para honrar a los que se marcharon y se les dé una bienvenida una vez al año al Mundo de los vivos, es básicamente rendirle tributo a la muerte. Celebración que, en el año 2008, fue declarada por la Unesco como “Patrimonio Cultural Inmaterial de la humanidad”.

Se realiza los días 28, 29, 30 y 31 de octubre, 1 y 2 de noviembre, coincidiendo con las celebraciones católicas de Día de los Fieles Difuntos y Todos los Santos, aquí en específico el 2 de noviembre, dedicado como lo indica el calendario a los llamados “Fieles Difuntos”.

Por ello, el “Día de Muertos” se ha convertido en un símbolo nacional de México, y sus celebraciones con coloridas ofrendas y altares de muertos son únicas en el Mundo, para honrarles la vida de los que ya no están.

La muerte era concebida como el inicio del viaje hacia el Mictlán (lugar de los muertos) en el cual el alma del difunto debía atravesar diversas pruebas hasta llegar con el Señor y Señora de la Muerte, el lugar sagrado a dónde van los muertos se encuentra dividido y según la causa de la muerte cada persona tenía un lugar especial:

Mictlán lugar donde van las almas por muerte natural.

Tonatiuhichan Los guerreros fallecidos en batalla.

Tlalocan, muerte relacionada con el agua.

Chichihualcuauhco, los bebés que fallecían eran amamantados por un gran árbol.

El altar de muertos, era el elemento más representativo, en él se incluyen elementos como: la imagen del difunto, la cual se coloca de espaldas y frente a ella se pone un espejo para que el difunto solo pueda ver a sus deudos, incienso para santificar el ambiente, veladoras para la luz en su camino, el papel picado representa la alegría festiva, calaveritas de azúcar donde cada cráneo representa el alma, la flor de cempasúchil conocida como flor de 20 pétalos se utiliza para decorar o crear caminos, comida que representa los alimentos tradicionales del agrado del difunto, vaso de agua sirve para que el difunto mitigue su sed, pan de muerto que representa el esqueleto, sal como elemento purificador del difunto, objetos personales para que el difunto recuerde sus momentos en vida.

Así, podemos decir que no es una fecha para llorar, sino para recordarles con cariño y alegría a nuestros fieles difuntos, quienes solo se nos adelantaron en el camino, es celebrarles y honrarles en las ofrendas que se ponen amorosamente y conforme al día especificado:

1-. El 28 de octubre les corresponde a las ánimas solas, aquí se prende la primera veladora y se coloca una flor blanca para recibirlas.

2-. El 29 se prende otra veladora y se coloca un vaso con agua, dedicado a los difuntos olvidados y desamparados.

3-. El 30 se prende una nueva veladora blanca y se coloca otro vaso con agua, un pan blanco dedicado a los difuntos que se fueron sin comer o los que tuvieron un accidente.

4-. El día 31 de octubre, se prende una nueva veladora blanca, otro vaso con agua, otro pan blanco y colocamos una fruta, para los ancestros (abuelos y bisabuelos).

5-. El 1º. de noviembre es el día de Todos los Santos, fecha en la que se llegan los angelitos, que son las almas de los que fallecieron siendo niños, en éste día se coloca toda la comida en el altar de muertos.

6-. El 2 de noviembre, conocido como el “Día de los Fieles Difuntos” vienen las almas de los muertos adultos quienes llegan a recoger y comer de las ofrendas que su familia colocó en el altar, se quema incienso de copal y se adorna el camino con pétalos de flores de cempasúchil como guía para llegar a la ofrenda.

Es un gran acontecimiento lleno de jolgorio, una gran fiesta del retorno de las almas a La Tierra para así, poder convivir con ellos. Por ello, nosotros en casa en vísperas de la festividad de “Día de Muertos”, acostumbramos poner en familia el altar colocando con gran gozo y dicha nuestra ofrenda, elegimos un lugar y ahí, como un ritual sagrado iniciamos a poner un bello mantel, las fotos de mi madre Conchita y mi suegra Pilar, el espejo como portal del Mictlán hacia nuestro hogar, las calaveritas de azúcar, el incienso, la flor de cempasúchil en un hermoso florero y pétalos que caen en la mesa como un lindo tapete que abraza todos los elementos del altar y la exquisita comida y el camino hacia la puerta de entrada al hogar, el vaso de agua, la sal, el papel picado, el pan de muerto o las hojaldras como les decimos aquí, la imagen de nuestro amado Jesús o de San Judas Tadeo pues somos fervientes devotos de él y mi Madre que sabiamente decía que era el “jefe de jefes”; ummh comienza lo bueno, el colocar la comida preferida de ellas, que de verla, dan ganas de probarla. ¿Qué tal un cafecito de olla?, un chocolatito calientito, ¡claro! a que puedan sopear el pancito, el arrocito con mole poblano, unos chilitos toreados con frijolitos refritos y cecina, el pozole estilo Guerrero, la fruta, desde la mandarina, guayaba, caña, el dulce de calabaza y dulce de higo, que de verlos hasta se hace agua la boca, una coca cola bien fría, agüita de sabores, una Yoli bebida refrescante como las de Acapulco. De sus objetos personales, de mi madre su gancho de tejido, que con el tejía bellos vestidos, chalecos, manteles, unas verdaderas preciosidades, de mi suegra una cajita musical, segura le encantará.

No sobra decir, que cada que colocamos un platillo, un objeto, nos remonta a un bello recuerdo, a un pensamiento amoroso, a una convivencia hermosa, a un instante dichoso, a un momento de gratitud, donde su “presencia” se siente, el ambiente se torna cálido, pues Ellas son evidencias de que aún dan vida a mi vida con su legado y por eso les honro, como acto de amor. Aunque sin duda alguna, ahora considero que el altar más bello para honrar a mis seres amados que han trascendido, es mi corazón lleno de gratitud y paz.

Gracias Yamila, hermosa tradición , bellísimo ritual, que sugiero practicar para hacer las paces con el pasado, bendecir el presente e iluminar mi futuro.

YELITZA SALAS

Desde FINANZAS CON SENTIDO COMÚN E INNOVACIÓN: GRACIAS